De sobre salto en sobre salto, vivimos
estresados y aterrorizados, colas para todo, precios exorbitantes, noticias van
y vienen, muertos, atracos, secuestros,
saqueos en los que participan civiles y policías. Detenidos por motivos fútiles e innobles. Coloquialmente hablando, por quítame esta
paja te llevan preso, tengas o no tengas nada que ver con situaciones ilegales.
Y es que la cárcel se ha convertido en una especie de Coco, un monstruo con mil cabezas, que como un cepo amenazante
sirve de sanción para que no te animes a protestar ni ejercer tus
libertades constitucionales. Una
manipulación psicótica que como pesadilla te persigue.
Así vemos que, si conoces a fulano de tal,
o has estado relacionado con mengano, tienes una relación de cualquier índole
con alguien, o si, simple o sencillamente se te ocurre levantar la voz en contra de los atropellos del régimen, estás
caminando en el filo de un abismo. Primero porque abusando de la autoridad y
guapos y apoyados como están para eso, te
van a llevar preso sin respetar los parámetros legales pertinentes, para poder cercenarte ese sagrado derecho a la LIBERTAD. Tal como si tuviesen una Patente de Corso sin límites
para hacer lo que les venga en ganas.
Paseando por nuestra realidad y a manera
de ejemplo, vimos que un día del mes de diciembre, efectivos del
Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, detuvieron al diputado y militante de Voluntad
Popular. Fue interceptado por varios
vehículos identificados como Sebin en el peaje de La Cabrera, en la Autopista
Regional del Centro. Evidentemente se paró, porque son funcionarios públicos
los que ejecutan la acción… además, a quien en su sano juicio se le va a ocurrir no hacerlo. Si lo hicieras, les facilitarías las cosas y te
dejarían pegado como estampilla, con el corolario de inventos que todos
sabemos. Y en este caso hubo el
agravante de violar la Constitución Nacional al llevarse preso a un diputado
que goza de un fuero protector llamado inmunidad parlamentaria. Imagínense si se lo hacen a un diputado con
inmunidad que quedará para el resto.
Todos conocemos la historia de este muchacho, que con
esfuerzo y sacrificio recompuso todos
los aspectos de su vida, ayudando a otros que transitan su misma condición. Y como
somos humanos cometemos errores pero tenemos la opción de regenerarnos,
reinsertándonos a la sociedad como debe ser. Él, mantiene una relación
sentimental con Steysi Escalona, una venezolana que vive desde hace varios años en Suiza, quien vino de
vacaciones y tenía planeado regresar ese fin de semana a su lugar de
residencia. Ella lo acompañaba para el
momento de su detención y también fue detenida
por el Sebin y llevada hasta la sede de ese organismo ubicada en Naguanagua,
estado Carabobo.
Y así como este caso, incontables. Pasas a formar parte de un
contingente cada vez más voluminoso de personas que terminan siendo un número
estadístico, utilizado a veces por cualquiera de los bandos como argumento para
lo que sea, pero que a muy pocos pareciera
importarle. Están literalmente en ese depósito de seres humanos olvidados. A la gente se le ha sembrado “culillo” de
vincularse a ellos para que eviten caer
en la lista negra y andar con los sabuesos pegados a tu pescuezo para hacerte
pasar un mal rato y arruinarte el resto de tu vida y la de los tuyos.
Pero los atropellos increíbles no paran ahí,
hay otros tantos, con órdenes de
excarcelación emanadas por los órganos jurisdiccionales competentes, los tribunales, que de igual manera son
tratados como quien saluda a la bandera.
Es decir, marionetas de semáforo sin voz ni decisión, una especie de
eunucos. Tribunales adminiculados, ni
más ni menos a un rollo de papel toilette, un cero a la izquierda,
puesto que la policía, siendo auxiliares de la justicia, sencillamente no
acatan la decisión.
Dónde se ha visto semejante cosa, parece
que los conejos persiguen a los perros. Jerárquicamente hablando, en Venezuela
nos hemos fumado literalmente una lumpia
o estamos locos de atar. Todo el mundo hace lo que le da la gana y sin
que nadie se atreva a ponerle el cascabel al gato.
La policía sea cual fuere de la que se
trate, no puede actuar a la libre. Nuestras instituciones funcionan de manera
jerárquica y para que sus actos sean legales debe seguirse lo establecido en la
norma.
Así tenemos que, la ley en su Artículo 3, establece que: El servicio
de policía es el conjunto de acciones ejercidas en forma exclusiva por el Estado a través de los cuerpos de policía
en todos sus niveles, conforme a los lineamientos y directrices contenidos en
la legislación nacional y los que sean dictados por el Órgano Rector, con el
propósito de proteger y garantizar los derechos de las personas frente a
situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad,
riesgo o daño para su integridad física, sus propiedades, el ejercicio de sus
derechos, el respeto de sus garantías, la paz social, la convivencia y el
cumplimiento de la ley. Y en el Artículo 4, habla de sus fines: 1.
Proteger el libre ejercicio de los derechos humanos, las libertades públicas y garantizar
la paz social. 2. Prevenir la comisión
de delitos. 3. Apoyar el cumplimiento de
las decisiones de la autoridad competente.
… (sic) . Por ninguna parte se menciona que tengan la libertad para tomar
acciones que violen o menoscaben los derechos ciudadanos, ni que puedan actúan
contumazmente contra las decisiones de los Tribunales de Justicia.
Pero en Venezuela se ha pervertido todo
orden, la policía hace lo que le viene en ganas, y hasta los jueces se han
visto “impedidos” de sentenciar lo que a Derecho les parece, toda vez que “ a
priori” les son dictadas las pautas a
seguir en tales o cuales casos, so pena de apresarlos. Veamos lo ocurrido
recientemente con una jueza que renunció
al cargo en pleno desarrollo del juicio por el asunto de los drones, porque fueron amenazados en pleno, a ella y
todo el personal del tribunal si no ejecutaban la “orden” recibida.
Vivir en Venezuela, es como estar en un
polvorín. Nadie garantiza nada de nada. Cualquiera puede terminar en esos
lugares infernales a expensas de funcionarios
que es escudan tras sus cargos para ejecutar cualquier acción.
Son múltiples los ejemplos de tales
violaciones. Así están los muchachos en
La Tumba, los policías metropolitanos, Leopoldo López y el General Baduel en Ramo Verde, solo por nombrar algunos de la
larguísima lista. Todos a merced de las ventoleras y las piquiñas de cola de
sus carceleros, que cuando les da la gana le quitan la visita o les vuelven
añicos los enseres que con mucho sacrificio les proveen sus familiares y amigos
para tener algo de decencia dentro de esos detestables lugares.
Estar preso es terrible, para cualquiera, pero
si eres inocente de lo que se te imputa
es peor.
Sientes una inmensa vulnerabilidad al entender
que no te asistirá la justicia como debe ser, sino una flagrante violación de
tus derechos.
Y
lo que nos faltaba, ver la flagrante violación de los Derechos Humanos con el agavillamiento, alevosía y ventaja agravado
por el hecho que son órganos del poder de nuestro país, que
orquestadamente embisten contra todo aquel que no se aliene al régimen.
Es una sensación incalificable que te vuelve impotente. Descarga tus energías hasta invariablemente pensar que
todo está perdido, Sumémosle a ello, el
constante martilleo de mensajes elaborados exclusivamente para que pienses que no tienes opción, que
tienes que rendirte. Cualquiera ante esta situación se desanimaría y así
estamos muchos, más de los que quisiera en verdad. Este tipo de conducta, aquí y en cualquier
lugar del mundo debería ser tipificado
como delincuencia organizada, solo que es inmensamente inaceptable y grave por ser ejecutado por el gobierno del país.
Estamos metidos en un inmenso problemón.
No sabemos a ciencia cierta cómo
resolverlo. Efectivamente, las
condiciones desde todo punto de vista están mal, precarias. No hay comida, no hay medicinas, no hay seguridad, y en apariencia hemos
perdido todo. Y en efecto, aunque sea
terrible de aceptar y comprender, hemos
perdido la decencia de nuestros funcionarios, de la gente que elegimos o que
no, pero que son nuestros empleados, puesto que devengan sus sueldos y salarios
con los impuestos que nosotros pagamos. Nuestras vidas, nuestra integridad y
todo está en riesgo de irse al caño por la flagrante violación de nuestros
derechos constitucionales, esos que se consideran como esenciales en el sistema
político y que están especialmente vinculados a la dignidad humana. Pareciera
que creyeran que tenemos que darles las gracias por las migajas miserables que
dejan caer de esa mesa donde ellos se sirven el banquete.
¡Pues no!, me niego a aceptar migajas cuando soy la dueña
de todo. Me rebelo ante la iniquidad de ver como violan nuestro Derecho a la
Libertad. Porque cuando se llevan preso injustamente a alguien, no están
llevando a todos con él. Su derecho es nuestro derecho. Quienes se creen que
son para llevarse a nadie preso sin haber dado motivos reales para ello ? Usar esa herramienta tan baja e inhumana para
lograr sus objetivos de mantener a un país aterrorizado, “arrodillado”.
Están enfermos, esa conducta dista mucho
de ser saludable.
En qué lugar del camino perdieron el norte
? No puede ser posible que en 19 años se
haya podrido todo lo bueno y noble de nuestra gente, o es que estábamos descompuestos
y no lo sabíamos ?
Estamos en un punto de quiebre muy
importante, de un Mea Culpa.
A mi modo de ver las cosas, en el camino aún quedan alternativas democráticas por agotar
para intentar restablecer el orden jurídico conculcado, sin llegar a extremos
que van acabando con lo muy poco que va quedando.
No necesita ser magister para ver las
verdaderas motivaciones de todas estas acciones. Entendemos que sea difícil despegarse de todas
las prebendas y espacios ocupados, pero no podemos seguir siendo actores es esta especie de un
experimento macabro en el que han
destruido un país, una gente, una historia. Se llevaron por el medio nuestros sueños, expectativas, la vida misma.
Pero siempre me he caracterizado por ser
positiva, con energías progresistas y bonitas, por eso aún tengo fe que
podremos conseguirlo si cada quien hace lo que debe hacer, si los que están
equivocados reflexionan y toman el camino que nos conduzca por el camino de la
paz, la libertad y el equilibrio.
En este país, nuestra Venezuela,
están ocurriendo cosas trascendentales en pos del rescate de la decencia y de la dignidad. Pero no quiero ver más
estudiantes presos ni regando con su
sangre las calles venezolanas. No quiero
ver más presos políticos con sus derechos violentados por el solo hecho de
diferir con lo que quiere el gobierno. No deseo ver más gente en las calles
comiendo basura. No más muertos por ningún concepto. No más funcionarios corruptos.
Será demasiado pedir ? Esto es inaceptable. Me declaro en resistencia civil y la que sea.
Por lo menos me queda el derecho al pataleo, porque en honor a la verdad creo que van quedando muy pocos…
Es inminente que hagamos algo diferente y
ya. Porque tenemos que reconocer con suma tristeza
que somos un pueblo peculiar. No existe otro caso en la Historia Universal,
de un pueblo a quien se le haya anunciado una elección entre
democracia o comunismo, y decidió elegir este último. Un premio Guinness a la
torpeza y el desconocimiento. Y es que el comunismo jamás cambia, se instale
donde se instale, siempre es el mismo. Ha quedado plasmada en la historia la
cadena atroz de victimas: Rusia,
Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Albania, Alemania
Occidental, Corea, Vietnam, Camboya, Cuba…China. Se nos olvidan frecuentemente
verdades gigantescas. Por ejemplo, a título de cultura general, en la China ¿Sabían que para instalarse en el
poder, allá por 1949, Mao Tse Tung y su camarilla no vacilaron en asesinar a 52
millones de chinos compatriotas suyos, solo porque no estaban de acuerdo con el
régimen marxista? Incluso hoy matan o dejan morir a las hembras para controlar
la explosión demográfica. Estas son verdades irrefutables, aunque hoy día no
esté de moda “airearlas”. Pregúntenles a personas de esos países que tal les
fue y que tal les va con la experiencia comunista. Por cierto, parece que
ahora, cuando ya ese cáncer de la Humanidad, que ha cobrado más de 120 millones
de vidas, estaba a punto de extinguirse, lo vamos a adoptar con mucho folklore
y entusiasmo en Venezuela como forma de gobierno, denominándolo Socialismo del
Siglo XXI. Nuestro pobre país llega tarde como corolario hasta en esta infeliz
cita de la Historia. ¿Estulticia, ignorancia, indiferencia, egoísmo? La verdad
es que no lo sé. Pensemos, por omisión también hay responsabilidad. Si
nos hacemos "la vista gorda" somos responsables y cómplices de todos estos
desafueros.
El mundo está repartido en seres que están
a favor de la justicia, otros que están
al margen de ella, y los se pavonean entre uno y otro extremo. Cada quien escoge el camino o grupo al que
pertenece, y quizá de ahí deviene las profesiones que decidimos ejercer.
El que no ejerce sus derechos los pierde.
El que no ejerce sus derechos los pierde.
En qué lugar te ubicas tú?
@irmagomezp