El Libro del Génesis, de la voz Griega que significa generación, contenido en la Sagrada Biblia donde se narra y describe la creación, de todos los acontecimientos y muy especialmente la historia del género humano en la descendencia desde Adán y Eva, esta última a quien desde ese principio se le atribuye un origen que dejan dudas en cuanto a la igualdad de genero. Se dice en la sagrada Biblia, que Dios una vez creado el mundo, el cielo, la tierra, los astros, las plantas y animales, “ Y por fin dijo: Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra; y domine a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a las bestias, y a toda la tierra, y a todo reptil que se mueve sobre la tierra” “ Crió, pues Dios al hombre a imagen y semejanza suya: a imagen de Dios le crió; criólos varón y hembra…..” “Formo, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, e inspiróles en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedo hecho el hombre viviente con alma racional” Consta del Génesis, que Dios considero la necesidad de compañía para Adán. “…Por tanto el Señor Dios hizo caer sobre Adán un profundo sueño; y mientras estaba dormido le quito una de las costillas, y llenó de carne aquel vacío” “y de la costilla aquella que había sacado de Adán, formó el Señor Dios una mujer…”. Luego cuando tanto Adán como Eva (vida) desobedecieron a Dios, les castigó y de manera inequívoca, “… con dolor parirás los hijos y estarás bajo la potestad o mando de tu marido, y el te dominará”
La pareja hembra y macho, en su identificación sexual, que desde el punto de vista biológico nos hace diferente, pero como seres humanos iguales. Ser diferentes pero iguales, es la discusión de fondo sin muchas respuestas coherentes y que hemos transitado por la historia de la humanidad con la carga de la culpa por haber desobedecido a Dios, y hemos trasgredido la esencia humana en valores fundamentales, como es el libre albedrío, la libertad de competencias y el respeto a lo que representamos como seres humanos. Así pues, se tejió una especie de entramado cultural de género: hombre y mujer. La mujer se le asigna formas, fórmulas de comportamientos siempre de sumisión. El hombre, quien domina, manda y subordina a la mujer, y esta asume que ese es su papel en la vida.
Es impresionante como la determinación en la implantación de modelos de género, que es diferente al sexo, se ha colocado en la emocionalidad humana, que me permito reproducir lo que se recoge en los llamados “Escritos Milenarios” para entender dramáticamente lo que significa ser mujer, aun cuando en la actualidad se esta modificando: “Aunque la conducta del marido sea censurable, aunque éste se de a otros amores, la mujer virtuosa deve reverenciarlo como un dios. Durante la infancia, una mujer depende de su padre, al casarse de su marido, si éste muere, de sus hijos y si no tuviere, de su soberano. Una mujer nunca debe governarse a sí misma” Leyes de Nanu (Libro Sagrado de la India)
* La escritura es de la época que se transcribe de manera original: deve (debe), governarse (gobernarse)
La pareja hembra y macho, en su identificación sexual, que desde el punto de vista biológico nos hace diferente, pero como seres humanos iguales. Ser diferentes pero iguales, es la discusión de fondo sin muchas respuestas coherentes y que hemos transitado por la historia de la humanidad con la carga de la culpa por haber desobedecido a Dios, y hemos trasgredido la esencia humana en valores fundamentales, como es el libre albedrío, la libertad de competencias y el respeto a lo que representamos como seres humanos. Así pues, se tejió una especie de entramado cultural de género: hombre y mujer. La mujer se le asigna formas, fórmulas de comportamientos siempre de sumisión. El hombre, quien domina, manda y subordina a la mujer, y esta asume que ese es su papel en la vida.
Es impresionante como la determinación en la implantación de modelos de género, que es diferente al sexo, se ha colocado en la emocionalidad humana, que me permito reproducir lo que se recoge en los llamados “Escritos Milenarios” para entender dramáticamente lo que significa ser mujer, aun cuando en la actualidad se esta modificando: “Aunque la conducta del marido sea censurable, aunque éste se de a otros amores, la mujer virtuosa deve reverenciarlo como un dios. Durante la infancia, una mujer depende de su padre, al casarse de su marido, si éste muere, de sus hijos y si no tuviere, de su soberano. Una mujer nunca debe governarse a sí misma” Leyes de Nanu (Libro Sagrado de la India)
* La escritura es de la época que se transcribe de manera original: deve (debe), governarse (gobernarse)
Haydée Deutsch
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